Todo lo que brevemente apareció; sobre la tierra existe, vive. Y un día volverá; a aparecer sobre ella, porque toda criatura es simplemente una imagen de una parte del gran cuerpo que se llama cosmos y del que las personas somos sus células vivas…
Preguntarnos cómo incide emocionalmente un vibracional en nuestro campo etérico, sería como querer descubrir paso a paso el deshojar de una rosa, hasta llegar a su centro mismo.
Para introducirnos de lleno en este tema es preciso dejar de lado ciertas estructuras muy arraigadas dentro de los conceptos lógicos adentrándonos lentamente, en el camino del conocimiento emocional.
Cada emoción imprime al alma de valores o defectos, que en el caso de estos últimos, con el correr del tiempo, van forjando un escudo. Estas emociones negativas como los miedos, las angustias, las desvalorizaciones, el autoengaño, la depresión, etc., poco a poco hacen que vayamos perdiendo eso tan lindo que es nuestro verdadero sentir, tejiendo una maraña de sentimientos totalmente distintos a los reales, para no volver a ser heridos o lastimados en nuestra propia llaga.
Dichos escudos se van adhiriendo a nuestro campo áurico, impidiendo el normal fluir de la energía de los distintos centros que se encuentran a lo largo de nuestra columna vertebral. El floral, entonces va desprendiendo las distintas capas de dichos escudos para llegar al corazón mismo de la emoción, que originó el bloqueo.
Podemos afirmar entonces que dentro de esta mecánica vibracional, se entrelazan mente, cuerpo y energía influyendo psicológicamente en nuestras emociones y viceversa.
artículo publicado en la revista Ciencias, Cultos y Religiones Año 2 No.10
APLICACIÓN DEL SISTEMA FLORAL DE BACH
Por qué nos enfermamos es un cuestionamiento que todos, sin excepción, nos hemos hecho más de una vez. ¿Por qué dos personas que han estado en el mismo ámbito, recibiendo igual atención y descansando durante las mismas horas, no contraen enfermedades idénticas? ¿Por qué los virus atacan a una de ellas y a la otra no?, ¿Por qué dos hermanos criados en la misma familia, cuidados de idéntica manera, uno tiene asma y el otro no? El interrogante del porqué de nuestras enfermedades no manifiesta exclusivamente curiosidad, sino que es una preocupación de médico y pacientes.
La medicina tradicional nos indica, con excelente criterio, que una visita periódica al médico, o un chequeo anual ayuda invariablemente a conservar la salud. Esto es absolutamente cierto, aunque no es lo único. Los análisis, la tecnología altamente desarrollada permiten percibir las enfermedades en germen, descubrir lo que está en gestación o aquellos órganos deteriorados que serán proclives a un mal funcionamiento. Pero no es lo único porque existen manifestaciones que no pueden detectarse a través de análisis o de la alta tecnología sino exclusivamente a través de la percepción del paciente, que no es algo para desatender. Si una persona se siente mal, si manifiesta algo perturbado, esto debe ser tomado en cuenta más allá de los resultados inequívocos de la tecnología.
En esos casos lo que debe evaluarse es que tal vez la medicina tradicional sea insuficiente.
Es válido entonces, plantearse si no disponemos, dentro de la medicina, de otras teorías terapéuticas que, partiendo de hipótesis diferentes, lleguen a resultados distintos. El Dr. Bach, descubridor de la medicina Floral de Bach, sostiene que: «la enfermedad es el resultado de un desequilibrio emocional que se produce en el campo energético del ser vivo. Si ese desequilibrio persiste, enferma al cuerpo bajo la forma de enfermedades psicológicas y orgánicas (psicosomática).» Este sistema considerado como una medicina alternativa por la Organización Mundial de la Salud, está formado por sus 38 esencias florales, no contienen sustancia química alguna, su acción es energética ya que considera al hombre como una unidad psicosomática, sus efectos son armonizadores de desequilibrios emocionales tales como:
- El estrés de la vida cotidiana.
- Trastornos de la alimentación
- La preparación pre y post quirúrgica: miedos, inseguridad, ansiedad, etc.
- El embarazo.
- Celulitis.
- Deshidratación.
- Menopausia.
- Miedos y ataque de Pánico a las consultas médicas.
Entre otras.
El tratamiento debe ser realizado por profesionales entrenados en el diagnóstico de trastornos emocionales, conocedores de los diferentes desequilibrios por los que puede transitar el alma humana.
DE CADA AMOR QUE TUVE TENGO HERIDAS
Una mirada Floral y de aromaterapia de la tristeza
La tristeza, la pena, acompaña al hombre desde que tiene memoria. Se trata de olvidar, se trata de distraer, se trata de alegrar pero está ahí. Cuando nos libramos de ella, como un mal dolor de cabeza, nos sentimos livianos e intentamos decirnos que es la última. La alegría y la tristeza, ambas se hacen presentes rítmicamente todo el camino. No hay una sin la otra, como el Yin y el Yang, como el día y la noche, mirar esto como un ritmo, aunque sea de a ratos, nos ayudaría a tener cierta libertad. Nos liberaríamos de la ilusión de la alegría permanente y también de la desesperanza de la tristeza eterna.
Algunas veces hay causas de tristeza y esto hace más fácil la lucha por la alegría. Un duelo por el motivo que sea, separación, viudez, pérdida del trabajo hace que la maquinaria de los que nos rodean impulse nuestra salida de ese lugar, un poco porque nos quieren y otro poco porque no les gusta ver reflejada en nosotros esa realidad de la vida que pueden transitar en cualquier momento. «Yo no entiendo como puede deprimirse y no intentar salir…» puede ser una frase de defensa a la que yo le contestaría «¿de verdad quieres saber?, Porque la vida te puede enseñar en cualquier momento».
Llegan al consultorio personas que siempre supieron escaparse a la tristeza, y alguna vez sufren lo mismo, fueron atrapados. Puede ser bueno escaparse, no estoy segura, pero un poco de humildad no viene mal. Reconocer que nos estamos escapando y que nos puede atrapar. Por lo menos humildad que nos haga reconocer que tenemos miedo de ella, y de nuestro amigo triste, tenemos miedo que se nos pegue como una gripe. Escaparse es un camino que puede ser agotador y no es la solución perfecta.
Hay personas menos propensas a caer en las garras de la tristeza y dejarse llevar a la depresión y hay culturas que registran menos esto. Que socialmente sea más aceptado en algunos pueblos que en otros no significa que la emoción de la tristeza sea algo cultural. Puede que se exacerbe en algunos lugares y en otros más bien se reprima. La existencia de estas diferencias hace que el análisis de las emociones se enriquezca. En la música popular los pueblos buscan la explicación y la profundización de cada una de las emociones. En todo el mundo se escucha con devoción tango, flamenco, gospel y blues que son expresiones de distintas formas de tristezas, mi pregunta es ¿por qué? Y aún al que no lo escucha porque le parece muy triste, le podríamos preguntar ¿qué te importa, es qué tienes miedo? No digo que sean las únicas causas de gustos musicales pero no está de más un poco análisis.
Hay quien se aferra a la alegría pretendiendo que sea eterna, quien se asusta de ella y no parece disfrutarla del todo pensando cuando habrá de pagar el costo, quien se aferra a la tristeza porque es lo único que le queda del bien perdido y quien se asusta de ella pensando que una vez allí nunca podrá salir. Estas son algunas posibles miradas.
Habría que pedirle a los que están tristes que comprendan a los que les temen y no se llenen de odio por sus faltas de consideración. También estaría bien que no se estacionen en la tristeza sólo por reacción de orgullo, o para generar culpas, es muy caro el costo para ocasionar una molestia que es posible no suceda. Sólo el que llora sabe de donde brotan las lágrimas.
Hasta aquí entre tristeza y alegría paseamos por una escala cromática de muchos sentimientos. Definir desde las Flores de Bach el camino apropiado no parece tan simple. La forma en la que la tristeza se presenta y las variadas expresiones de la misma hace que cada situación tenga un sello personal que debe ser respetado.
Rescue Remedy, Gentian y Mustard son las grandes acompañantes de esos momentos. Pero Agrimony puede temer a la tristeza porque se puede expandir, Vervain trata de convencer y convencerse que no corresponde quedarse en ella. Aspen teme la paga que deberá rendir por su alegría actual. Chicory no quiere soltar su tristeza. Gorse si no creo en la posibilidad de una salida. Impatiens no entiende el ritmo y el camino que necesita transitar el triste. Estas son solamente algunas posibilidades.
En aromaterapia, Geranio, Romero y Bergamota son las grandes compañías básicas. Incienso y Romero para despegar de los recuerdos del pasado. Lavanda para aceptar el ritmo y aceptarnos. Mejorana sobre todo para la pena en temas amorosos, cuando hay un duelo que superar por fallecimiento o separación. Enebro para el miedo a ser contagiado de tristeza.
Lo genial de la aromaterapia es que equilibra, cualquiera de estos aceites en un hornillo actúan acompañando al triste y a los que lo rodean a la vez, ayudando a generar un buen clima anímico.
Además debemos tratar el tema de la herida, si es que existe, causante de esta tristeza. Podemos pensar en Star of Bethlehem en Florales de Bach y Tea Tree en aromaterapia, aunque de ésta última los aceites esenciales ya mencionados también pueden acompañar en esa misión.
La aromaterapia y las Flores de Bach trabajan juntas de maravilla. Acompañar la toma de Flores de Bach con aceites esenciales sea mediante hornillo de aromaterapia, masaje o baños de inmersión es una excelente práctica.
Por supuesto que la búsqueda sería la de una mirada superadora que nos saque del círculo tristeza-alegría pero ese parece ser un arduo camino ¿Verdad?.
por María Inés Senabre
FLORES DE BACH
El Dr. Edward Bach nace el 24 de setiembre de 1886 en un pueblo de Birmingham en Warwickshire, Inglaterra. Concluye su formación escolar a los 16 años e ingresa a los 20 a la Facultad de Medicina de Birmingham.
Se recibe de médico a los 26 años; viaja a Londres a hacer su entrenamiento en el Hospital Escuela de la Universidad, y en 1914 obtiene su diploma en Salud Pública. En 1915 inaugura su consultorio privado en Harley Street, interesándose en la Inmunología e ingresa como bacteriólogo en el Hospital Escuela de la Universidad.
Descubre la relación que tienen ciertos gérmenes intestinales en pacientes que padecen enfermedades crónicas: esto lo lleva a la preparación de una vacuna en base a dichos gérmenes.
Conocedor de la obra del médico alemán Dr. Hahnemann, autor de «Organon» y fundador de la homeopatía, decide preparar las vacunas en forma homeopática. El Dr. Bach es conocido dentro de la historia de la homeopatía unicista hahnemaniana como el autor de «Los Siete Nosodes de Bach».
En 1924 participa en el Congreso Homeopático Británico. En 1926 presenta su libro «La enfermedad crónica, una hipótesis en acción». En 1929 publica «El redescubrimiento de la Psora». Al concluir ese año, a la edad de 43, convencido de que la medicina tradicional no daba respuesta a su teoría que intentaba establecer la conexión entre los sentimientos y la enfermedad física («un buen médico ha de ser capaz de reconocer la enfermedad basándose en ciertos estados de ánimo y actitudes antes que se manifieste como enfermedad física»), decide clausurar su consultorio, parte hacia Gales e instala su residencia definitiva en Mount Vernon, Sotwell, Gran Bretaña, donde actualmente funciona el Centro Bach. Recorre los campos estudiando las plantas, convencido de que la acción curativa se encontraba en la energía que poseían los pétalos de algunas flores silvestres no venenosas (colocadas en un recipiente de vidrio con agua de un arroyo cercano y expuestas al sol durante un tiempo).
Entre 1930 y 1934 descubre sus 38 remedios florales y escribe dos libros: «Cúrese usted mismo» y «Los doce curadores y otros remedios». En 1936 su salud comienza a declinar; rodeado de los muebles que él construyó con sus propias manos y de sus colaboradores más cercanos, fallece mientras dormía el 27 de noviembre de1936, a la edad de 50 años.
por Dra. Elba Garber
FLORES DE BACH Y LA TERCERA EDAD

Es ése que siempre calla pero mira, habla poco pero justo. El anciano que vivía en la casa de la familia y siempre estaba presente, siempre preparado para acompañar a alguien a tomar mate. El que escucha.
Aunque las casas se hayan achicado, hacen falta ancianos como oasis en el camino para hablar, tener un motivo para detener la comida un rato.
Quiero ser esperanzado y luminoso, sin rencores ni odios, pocas desconfianzas, con la capacidad de ver dentro del corazón del otro pero saber callar lo que uno ve si es necesario. Un lugar de descanso.
Desde ahora me construyo, con mucho esfuerzo, limpiando rencores y aprendiendo lo más posible del ser humano, a ser capaz de la compasión. Desde ahora me construyo tratando de tener libertad interior.
Desde ahora sé que no tendré tantas vergüenzas de decir lo que pienso, y ser irreverente. Desde ahora sé que el presente en ese período será más importante que ahora, que cada minuto tendrá muchísimo valor y ninguno, que descubriré nuevas facetas de la soledad.
Ser anciano es una licenciatura que se estudia toda la vida y cuando terminamos, aún tenemos que actualizar la información.
Las Flores de Bach son una escuela de actualización, un postgrado. Las angustias, los miedos, los celos, la dificultad para dormir, la desesperanza, son algunas de las dificultades que asoman nuevamente y que al superarlas no sólo nos sentimos mejor con nosotros mismos, sino que nuestro entorno cambia.
El trabajo sobre nosotros mismos en la infancia, la juventud y la adultez, es la base sobre la cual construimos nuestra ancianidad; pero aún en la ancianidad pueden haber situaciones que armonizar, ajustes que hacer, dificultades que enfrentar, para poder disfrutar el presente que estamos viviendo.
por María Inés Senabre
FLORES DE BACH:
Enseñanza de la Hiperactividad
Tengo en mi misma la impaciencia y la calma, esto me han enseñado mucho. Esa duplicidad que tiene sus raíces en lo profundo de hombre no siempre es consciente. Vivir con adictos a la actividad me dejó, después de superada la culpa por no seguirles el tren, la capacidad de respetar todos los ritmos. De hecho, yo no debería estar escribiendo esto, tengo cosas planificadas para hacer.
Esto significa que no voy a almorzar, nadie diría que me diferencio de mis amigos y hermanos que tampoco almuerzan por correr tras sus metas. Este artículo no es una meta, estuve leyendo a hasta las 3 AM, dormí luego, desayuné, abrí el correo, y reflexioné sobre «bueyes perdidos» me miré a mi misma y me di cuenta de eso. Yo he estado reaccionando toda mi vida a la prisa o la lentitud de los demás, la pregunta es porqué el ritmo debe ser marcado por los demás. Nuestra reacción al ritmo o actitudes de los demás es, algunas veces, una terrible pérdida de tiempo. La pregunta es cuanta de mi lentitud es reacción a la prisa de los demás y cuanta de mi prisa es reacción a la lentitud de los demás. ¿Porqué no estar en mi misma? Esta es la enseñanza de la flor de Bach Impatiens, el ritmo y la prisa, aceptar el ritmo del otro y descubrir el propio.
La gran dificultad para armonizar los ritmos es que vivimos en un mundo apurado, donde correr es una virtud, ¿cómo decirle a alguien que pare? Todo el mundo alaba a algunos empleados, pero nadie sabe la cantidad de errores o accidentes que tienen a lo largo del día. Impatiens no enseña que nuestro paso es el correcto, si somos veloces está bien, pero si estamos velozmente desarmonizados vamos a perder efectividad, y tomar Impatiens nos mantiene un buen ritmo pero con mucha efectividad.
El llamado a escribir no es parejo en todo el mundo, no siempre es igual. Se puede escribir con un plan, publicar un artículo, preparar un apunte para los alumnos, o se puede escribir porque se descubrió algo ahora que tal vez después publique, o no, pero que para mí es muy aprovechable como experiencia para mis clases o mis charlas.
Si hubiera salido ya a comprar el mouse de la computadora que me hace falta, o a realizar las compras para agasajar a mi hermano esta noche que me visita no habría podido atrapar la sensación del momento, una semilla de culpa por no correr, porque mi mejor amigo corre mas que yo, porque tengo otras cosas que hacer.
El hecho que pueda escribir con plan o volcar en el teclado el descubrimiento del momento, también es para mi una enseñanza y es que no hay un sistema. Muchas veces gastamos saliva y nervios tratando de convencer a otros de nuestro sistema para ser felices, ordenados, productivos etc. No hay una manera, no hay un modo, la cuestión importante es descubrir el modo personal, el mas fácil, y después trascenderlo para no encerrarse en una forma de actividad. Esto vale para muchas cosas, ¿cuánto nos perdemos por transitar los mismos caminos, las mismas huellas de nuestros pies?
Puede suceder que plantearle al otro una posible solución, despierte en él una reacción en la cual descubra su propio camino, por lo que no hará las cosas como nosotros se las planteamos pero habrá descubierto una salida. ¿Qué hacemos nosotros entonces? Si somos capaces de descubrir lo sucedido festejamos. Pero para ello tenemos que aprender a respetar el camino de los otros, que no son iguales a los nuestros, y que no siempre terminan en un prado de Heidi, a veces terminan en un choque contra una pared. Esta en parte es la enseñanza de «Vervain», desplegar todos nuestros argumentos y explicaciones pero sabiendo donde apuntamos, tener fe que cada uno tiene su camino y el sentido de su vida es distinto que el nuestro. También aquí puede suceder que nos moleste su ritmo de aprendizaje o comprensión, pues no lo vemos como apropiado, esto nos vuelve a recordar «Impatiens«.
por María Inés Senabre
WILD ROSE
Una joven consultante planteó que «si había algo para la creatividad», comenzaba a tomar flores de Bach.
Las flores actúan sobre nuestras emociones, el profesional tiene que formular preguntas abiertas, acerca de qué siente el consultante. Para quienes no están familiarizados con el tema, puede resultar un tanto extraño que se profundice tanto en las preguntas, pero es la manera apropiada para dar con la o las flores adecuadas para el momento de la consulta.
La misión del practitioner es aconsejar, guiar, pero por sobre todo, educar, de modo que el consultante vaya familiarizándose con las flores y su sutil efecto vibracional, que las conozca para no depender siempre de un profesional.
Lo que se inicia al tomar las flores del Dr. Bach es un proceso de autoconocimiento, a la vez que de las esencias florales, tal que en un futuro el consultante pueda elegir las flores que necesita. En la consulta se explican las propiedades de las flores y sólo si el consultante resuena con tal explicación y está de acuerdo, se colocan en la fórmula.
Volviendo a la joven que motivó esta nota, mi respuesta fue que teníamos que conversar…
Si bien «para la creatividad» contamos con una flor específica, Wild Rose, era necesario saber qué emociones primaban en el momento de la consulta.
La joven era artista visual, y atravesaba un período en el que le costaba levantarse, despertar, mantenerse despierta, y trabajar en su obra. Sólo trabajaba como docente, pero no encontraba espacio para su creatividad.
Le aconsejé tomar Olive, para propiciar una sensación de bienestar, Vervain para traer a la luz su capacidad de liderazgo, Wild Rose, que era específica para el problema planteado y Walnut que la ayudaría a adaptarse a los cambios que se estaban produciendo en su vida.
A la consulta siguiente llegó diciendo que seguía cansada, que le costaba levantarse. Es muy importante diferenciar entre «estoy cansada todo el día» y «me cuesta levantarme, arrancar».
En la consulta anterior, había definido su cansancio como permanente; Olive, al actuar, dejó en claro que el cansancio era sólo al levantarse.
Cambiamos por Hornbeam. Si bien había comenzado a tener algunas ideas creativas, todavía no estaba en marcha, por lo que seguimos con Wild Rose. Viendo su rostro siempre alegre, y ahondando en sus emociones, pude percibir que detrás de esa alegría, había sufrimiento por circunstancias familiares, por lo que le aconsejé Agrimony. Viendo además su dificultad para conectar con la realidad, su tendencia a soñar despierta, aconsejé Clematis.
Para la siguiente consulta, todo había mejorado, había logrado ordenar su taller, comenzar la obra que estaba en ciernes en el momento de la primera consulta, se la veía mejor de ánimo, y un poco más comprometida con la realidad cotidiana.
Estos cambios significativos para la consultante se produjeron en un lapso de treinta días.
por Yolanda Daffuncchio
LA MUJER Y LA SALUD
Mucho es lo que se teoriza acerca de los cuidados de la salud como una información de conocimiento que nos permita una vida más saludable. Esto es muy importante en la prevención de las enfermedades crónicas, que se manifiestan como un proceso difícil y prolongado, generalmente pospuesto en su realización por un obstáculo básico: la dogmatización de mensajes para el cuidado de la salud y una obligación de acatamiento, como por ejemplo no tomar, no fumar, no comer en exceso, etc. Esta dificultad reside en que generalmente estos mensajes van dirigidos a las causas de los trastornos y no al origen de los mismos. En este trabajo intento exponer y difundir el método con el que, como médica psicoanalista, psiquiatra y homeópata, asisto a mis pacientes en mi tarea diaria. El sistema en el que me baso se llama «sistema floral de Bach».
Edward Bach fue un médico clínico y homeópata de origen inglés, poseedor de una exquisita sensibilidad y amplia formación académica. Basándose en los postulados del médico alemán Dr. Hahnemann, fundador de la homeopatía (quien consideraba que «la elevada y única misión del médico es restablecer la salud de los enfermos: curar de una manera rápida, suave y permanente, por la vía más corta, más segura y menos perjudicial»), descubrió entre los años 1930 y 1934 la acción que algunas flores silvestres tenían sobre la vitalidad del ser humano, los animales y las plantas.
Con el tiempo se convirtió en un método sutil, natural, no agresivo para restablecer el equilibrio y la armonía del hombre. Por no producir acostumbramiento ni toxicidad (el mecanismo bioenergético de acción no es químico), ser inocuo, sencillo de administrar y no tener sabor, puede ser tomado por personas de cualquier edad y asociarse a otros medicamentos. Ha sido oficializado y reconocido por la Organización Mundial de la Salud como un nuevo sistema de medicina alternativa a partir de 1976. Para el Dr. Bach «la enfermedad es el resultado de un desequilibrio emocional que se produce en el campo energético del ser vivo; si ese desequilibrio persiste, enferma al cuerpo físico, trayendo síntomas que se expresan en la mente o en el cuerpo bajo la forma de enfermedades psicológicas y orgánicas (psicosomáticas)».
El criterio curativo considera al paciente como un todo, proponiéndose equilibrar las causas que producen la enfermedad y no los efectos de la misma («curando sin agredir»). Para comprender los remedios lo que hay que tener presente simplemente es que se trata de actitudes mentales; los problemas físicos (si están en sus etapas iniciales) remitirán, o al menos se puede aliviar el componente «psico» del problema psicosomático. Si el problema se ha desarrollado completamente en el plano físico se puede aliviar el componente somatopsíquico, suprimiéndolo del cuerpo y llevándolo a la mente: la enfermedad mental causante de mala salud. Este concepto es sumamente valioso para considerar al sistema floral de Bach como una medicina preventiva: la ansiedad y el miedo pueden ser síntomas previos a la instalación en el cuerpo de una patología ulcerosa. Estos remedios son sobre todo eficaces cuando la enfermedad física está a punto de expresarse; los pensamientos o actitudes que crean la enfermedad pueden existir 20 o 30 años antes de que aparezca el trastorno físico. Estos son conceptos en los que hay demostración científica con antecedentes, en enfermedades como el cáncer y otras.
No hay que esperar a que la enfermedad sea física y luego querer cambiar las actitudes de un día para el otro. El timo es una glándula que está en actividad en el niño sosteniendo la eficacia de la función inmunitaria; dicha glándula está casi atrofiada en el adulto, por lo tanto la defensa proveniente de ella está disminuida. Hace veinte años ya se sabía que el cáncer como enfermedad comienza cuando el cuerpo no es capaz de reconocer las células anormales y eso es parte de la función del timo.
No sólo al cáncer podemos considerar como una enfermedad grave, sino muchas enfermedades donde la inmunidad se encuentra disminuida como por ejemplo las enfermedades degenerativas: en ellas hay una diferencia entre la forma en que se presenta una persona y la forma en que se siente (lo que finge). Se requiere mucho tiempo para que lo que realmente es la persona aparezca en la cara externa; durante todo ese tiempo el esfuerzo energético para sostener esa diferencia va minando la salud.
La ansiedad, otra expresión patológica tan habitual de encontrar en nuestra vida cotidiana, es expresada como una falta de paz interior que creemos poder aliviar fumando, bebiendo, comiendo, etc. (adicciones); trae aparejado insomnio causando este síntoma dificultades al día siguiente en el área laboral y familiar. Durante todo este proceso van apareciendo síntomas psicológicos u orgánicos que comprometen más su vida personal y la de los que conviven con él, extendiéndose a su área laboral y social.
El climaterio: etapa en la vida de una mujer (entre los 45 y los 50 años) en la cual finaliza la edad reproductiva debido a la disminución en la cantidad de estrógenos, lo que le impide poseer un óvulo preparado para ser fecundado. Es una etapa de cambios biológicos, psicológicos y socioculturales: cambios de humor, depresión, tristeza, irregularidades menstruales. Estas últimas prosiguen hasta la desaparición total de la menstruación y ahí estamos en presencia de lo que llamamos menopausia (ausencia definitiva de los ciclos menstruales).
Desde la concepción básica de salud psicofísica, la menstruación, el embarazo y la menopausia son hechos naturales. De la armonía emocional con la que hayamos vivido la vida previa dependerá que esta etapa, en vez de ser un hecho biológico natural, se convierta en una pérdida. A partir de este momento a la mujer le quedan muchos años de vida adulta por vivir; de acuerdo a las estadísticas sobre prolongación de la vida podrían ser tanto como los que vivió hasta ese momento. Es en este momento donde la medicina preventiva tiene su campo de acción útil, actuando sobre desórdenes emocionales como:
- A nivel emocional: depresión, sensación de pérdida (por ejemplo, cuando los hijos se casan), etc.
- A nivel físico: calores, sofocos, osteoporosis, insomnio, opresión precordial, angustia, etc.
- A nivel de la piel: sequedad, descamación, trastornos en el equilibrio de la temperatura.
- A nivel del pelo: mayor fragilidad, caída del cabello.
- A nivel estético: tendencia al aumento de peso.
- A nivel de la sexualidad: falsas creencias de que con la terminación de los ciclos menstruales hay disminución del deseo sexual. Esto es incorrecto y va a depender de una buena información terapéutica. El deseo sexual se mantiene, es independiente de los ciclos menstruales y puede haber incluso un aumento del mismo porque están relacionados el deseo sexual con la caída en el nivel de estrógenos. Es importante investigar los problemas sexuales previos para poder entender los síntomas posteriores a este período: toda mujer que tuvo una buena relación de pareja, que su autoestima no estuvo dañada, que está satisfecha con su realización personal, conserva generalmente una vida sexual sin muchos altibajos sintomáticos.
- Otros: dificultades generacionales entre madres e hijas en la época de entrada de estas últimas a la adolescencia y/o comienzo de la menopausia en las primeras (desajustes emocionales en la relación que influyen en el ámbito familiar y social: embarazo en jovencitas, partida prematura del hogar, etc.), trastornos de aprendizaje durante la escolaridad de los niños, trastornos de conducta, dificultades con el esquema corporal.
Toda psicoterapia debe centrarse en:
1) apoyar lo positivo; 2) no centrarse en lo negativo; 3) como requerimiento básico que la persona quiera ponerse bien y tener puesta cierta responsabilidad en ello; el elemento de la voluntad es un factor indiscutible.
Este enfoque es la piedra fundamental de la prevención primaria.
El sistema médico floral de Bach fue traído y desarrollado en la Argentina por la Dra. Pastorino y consta de 38 esencias importadas de Inglaterra (del Centro Bach) con propiedades medicinales. Estas esencias, administradas solas o en infinitas combinaciones, a manera de una verdadera «terapia farmacológica no convencional» equilibran los estados emocionales negativos, tanto agudos como crónicos. Se recomiendan para los que sienten temor, los que no tienen suficiente interés en la vida, los desalentados o deprimidos, para la desesperación y la soledad, los trastornos de aprendizaje, la preparación pre y post quirúrgica, el embarazo, el stress de la vida cotidiana, etc.
El tratamiento debe ser realizado por profesionales entrenados en el diagnóstico de trastornos emocionales, conocedores de los diferentes desequilibrios por los que puede transitar el alma humana, y consiste en entrevistas terapéuticas individuales (quincenales o mensuales) en las cuales se jerarquizan los verdaderos orígenes del desequilibrio emocional del paciente para luego prescribírsele la fórmula floral adecuada que lo revierta. Como sostiene Edward Bach en su libro «La curación por las flores»: «debajo de las enfermedades subyacen nuestros temores, ansiedades, concupiscencias, gustos y fobias. Descubramos cuáles son y curémoslos, y al curarlos desaparecerá la enfermedad que sufrimos».
TERAPIA FLORAL
Las Flores Como Proceso Alquimico de Crecimiento Interior
Es indudable que todos los descubrimientos e investigaciones sobre la «forma de curar con flores» o terapéutica floral, fue iniciada genialmente por el Dr. Edward Bach hace casi setenta años.
La extraordinaria sensibilidad por el sufrimiento humano sentida por el Dr. Bach lo llevó a encontrar una forma natural, sencilla de curar; pero no por eso menos efectiva y totalizadora.
Las flores de California provienen de las colinas del norte de California, y desde allí se desarrolla un sistema de terapéutica floral, que al igual que la del Dr. Bach, sostiene una visión holística de la vida, donde la persona es un ser total integrado en alma y cuerpo.
El inicio de las flores de California tuvo que ver con distintas disciplinas como la aromaterapia, la fitoterapia, la meditación, el manejo de la energía y por supuesto la experiencia filosófica e integradora hacia la salud del Dr. Bach.
Una condición muy importante para que la energía de las flores pueda actuar con toda su fuerza, es que las distintas especies se encuentren absolutamente adaptadas a su medio ambiente.
Una característica muy importante de las flores de California es que se trata de una técnica libre con un número muy importante de flores.
Las flores de California se basan en los siguientes elementos:
- El razonamiento sobre las flores como disciplina terapéutica del Dr. Bach y su correlato filosófico.
- La observación de la naturaleza como una totalidad de energía vital.
- El ser humano como una integración de distintos campos de energía emocional, y no sólo como un cuerpo que enferma.
- La innegable existencia de arquetipos de personalidad.
- La forma de «ver» el sufrimiento humano.
- La forma de prevenir y resolver los sufrimientos ocasionados por la enfermedad.
Como conclusión, la terapéutica floral define a la enfermedad como una forma de expresión, un lenguaje, que se traduce en el organismo en un estado emocional negativo y en desequilibrio.
por Lic. Martha Lattanzio
FLORES DE RAFF
Para los que recién se acercan a este tipo de medicina queremos decirles que se administra en gotas una cantidad de veces al día, sin importar demasiado el horario sino la frecuencia.
A través de esta Terapia Energética Floral, el consultante ingiere conciencia en cada gota, y al tomar conciencia de las actitudes erróneas heredadas y adoptadas culturalmente, éstas se van disolviendo. Así también sus manifestaciones físicas.
El objetivo se logra cuando el consultante comprende que él es el único responsable de sus propias actitudes mentales y espirituales ante la Vida, es decir, causante de todos sus males pasados, presentes y futuros.
En este sentido, las Raff Flowers ayudan a despertar lo que tenemos de bueno, a medida que su energía fortalece esas mismas cualidades internas.
Las esencias varían en cantidad de acuerdo al sistema (Raff tiene hasta ahora 114 esencias y un desarrollo de 70 compuestos y siempre se sigue investigando).
Se extrae una de cada tipo de flor, que pueden ser silvestres o cultivadas como el ajenjo, la albahaca, el durazno, el pensamiento, etc.
«En pocos años va a producirse una unión entre la alopatía y la medicina espiritual» , pronostica el profesor Raff. «Esta terapia no viene a competir con la medicina tradicional, sino a trabajar en conjunto, paralelamente«.
Estas esencias florales son una nueva entrega al mundo. Se encuadran en la Medicina Vibracional como ha sido la Homeopatía y otros espectros florales.
En este momento evolutivo de la humanidad, son necesarias estas esencias para equilibrar la energía, ligada a la intuición.
Estas flores trabajan en el nivel del Astral superior. El Emocional se ha trabajado en otras medicinas florales, por eso estas esencias son exactamente para este momento evolutivo. Armonizan desde lo espiritual como base.
Este sistema floral trabaja en la integración emocional y espiritual de cada paciente, nunca vamos a tratar la enfermedad sino la desarmonía.
La enfermedad es una patología definida por la ciencia y nuestro concepto es que es una fisura en la que los cuerpos energéticos no responden a su Unidad; de esta manera la esencial floral recupera esa armonía trabajando en el alma y no en el cuerpo.
La enfermedad es un camino que sirve para tomar conciencia de las formas equivocadas de actuar del Ser. Que la enfermedad luego retroceda es parte de la toma de consciencia de ese hecho, por lo cual las Flores de Raff, llamadas Esencias Conscientes Energéticas, intervienen exitosamente en este proceso.
Estas flores tienen la particularidad de ayudar al Ser a tomar consciencia de lo que vino a hacer a acá, a la Tierra, porque las flores llevan en sí mismas la unión con el Todo, con el Cosmos.
Nosotros hablamos de «Ser», porque pertenece a lo divino, y al tomar las esencias florales se puede tomar contacto con esa chispa, abriendo el camino que luego el paciente estará en condiciones de seguir recorriendo.
La Alopatía trata el síntoma pero no la causa. Las Flores de Raff trabajan directamente sobre la causa del desequilibrio físico, mental, emocional y espiritual.
por Dr. Raff