RADIESTESIA

Un sacerdote francés, llamado Mermet, usó el nombre de Radiestesia para designar una práctica de diagnóstico. Se sabe que en la época medieval se podía detectar a través de una vara la presencia de aguas subterráneas y conocer también su potabilidad.
Del mismo modo, se podía localizar en personas los órganos enfermos con la misma técnica.
Además de utilizar varas, se usaban también los bien conocidos péndulos que fue el instrumento que finalmente eligió Mermet para su técnica de diagnótico médico llamado Radiestesia.
El argumento que utilizó él fue que todas las sustancias, (cuerpo humano inclusive) emiten radiaciones positivas y negativas que pueden detectarse e inclusive identificarse.
La forma en que se utiliza un péndulo es poniéndolo sobre el objeto al cual se quiera tener información. Según como gire el mismo, se tendrá la respuesta que se está buscando.
Siempre se hacen preguntas en donde el péndulo tenga la posibilidad de responder «si» ó «no». Quiere decir que si el péndulo gira en sentido de las agujas del reloj, la respuesta es positiva (si); en cambio si gira en sentido opuesto es negativa (no).
Todo absolutamente todo tiene energía y emite radiaciones. La Radiestesia es la Ciencia o el Arte de captar esas radiaciones y todas las personas con un entrenamiento son capaces de percibirlas, captarlas y utilizarlas para su provecho o el de los demás.
La Radiestesia es una herramienta extraordinaria que ayuda a conectar lo invisible y lo abstracto a lo concreto y visible. Conecta a la mente con el cuerpo, integrando un solo conjunto y un solo propósito.
En Radiestesia creamos un tercer idioma que une mente y cuerpo y nos da la posibilidad de acceder a respuestas que conocemos o que recibimos pero no podemos decodificarlas por nosotros mismos sin la ayuda de amplificadores como lo son los instrumentos radiestésicos.
Las corrientes de agua subterránea, los yacimientos minerales, los tesoros hundidos o enterrados, objetos y personas perdidas, corrientes telúricas, zonas geopatógenas, contaminación electromagnética, animales, plantas, salud humana, y todo lo que cause alteración en el conjunto de emanaciones diversas que componen el equilibrio de la naturaleza, son sujetos de nuestro interés y prospección radiestésica.
Todo en el mundo y el universo es un conjunto de emanaciones diversas, en magnitud, forma, frecuencia, amplitud, longitud y dirección. Estas emanaciones son definidas bajo el concepto de Energía.
Es importante para el Radiestesista comprender que ante lo que él está es un fenómeno físico, que se explica de la siguiente manera:
Los seres vivos, por su composición bioelectroquimica y fisiológica, poseen una cualidad receptiva de estas emanaciones o fuentes de energía y se le conoce hoy en día como BIORECEPCION.
En el caso de las plantas esta diferencia de Biopotencial solo se puede registrar mediante electrodos conectados a un equipo sensible de medición de voltaje.
Los animales y los seres humanos experimentan esto mismo y puede ser registrado de la misma forma, pero además puede hacerse notar dicha variación de forma mecánica, ya que también se da una respuesta Neuromuscular que se amplifica con herramientas sencillas.
Hasta aquí la Radiestesia es un fenómeno físico. La interpretación de los instrumentos es independiente ya que en ella intervienen una serie de factores que dan un infinito de vertientes posibles. Cada individuo tiene un conjunto neurofisiológico distinto, huesos, músculos, sistema nervioso, etc… Los estados, emocional y mental, también intervienen en el desarrollo de cualquier prospección. En este terreno encausamos la Radiestesia por rumbos insospechados y a la vez desconocidos, que pueden ser atribuidos al otro 95% que no conocemos de nuestro cerebro.
La base de la interpretación de los movimientos surgidos de los aparatos de amplificación Neuromuscular, herramientas radiestésicas, como el Péndulo, el aurameter, las varillas, la varilla replegada, la horqueta ,son de carácter individual, pudiendo cada individuo colectar todo un sistema de códigos de interpretación personal, que le sirven para identificar, con cierta precisión, los elementos de su búsqueda o rastreo pero teniendo en cuenta que nosotros somos el principal instrumento y los demás son simples amplificadores.
Para entender la RADIESTESIA es necesario alejarse de ella un momento y hablar de la universalidad y de la materia de que estamos formados en el universo en que vivimos, a través de una serie de manifestaciones que indican su existencia y entre ellas la vibración de una realidad innegable, que va de la partícula más pequeña a la más grande.

por Gini

PARA QUÉ SIRVE LA RADIESTESIA

La Radiestesia es la capacidad de percibir radiaciones, que se detectan con sencillos instrumentos tales como varillas en escuadra o «L», péndulos y varas de radiestesista tradicional en «Y». Estos instrumentos milenarios son sencillos y requieren sensibilidad, cierta predisposición y mucha experiencia en su manejo, pues están íntimamente ligados a la programación mental de la persona.

El campo de la Radiestesia es casi infinito por sus aplicaciones, a modo de ejemplo citaremos:

  • Consulta Radiestésica: también llamada «prospección», se trata de una entrevista personal en la cual el consultante puede preguntar sobre diversos temas de su interés. Puede consultar sobre su persona, el trabajo, la vivienda, la familia, proyectos, inversiones, decisiones que deba tomar, etc.
  • La comprobación de estado de los alimentos y la potabilidad del agua.
  • Localización de personas, objetos o animales perdidos mediante objetos testigos o mapas.
  • Localización de agua: mediante esta técnica se intentan ubicar napas, ríos subterráneos o lugares aptos para la construcción de pozos en lugares con problemas de falta de agua.
  • Localizaciones Geográficas: en esta consulta se ubicará una zona geográfica apta u óptima para un determinado fin, como puede ser de aplicación en la agricultura, minería, ganadería, o bien encontrar el mejor lugar para construir una vivienda, instalar una fábrica, abrir un comercio u oficina, etc.
  • Armonización de personas: se armonizan los campos energéticos o chakras, desbloqueando la energía de todos ellos. El resultado es un equilibrio energético que nos proporciona bienestar y salud. Esta técnica que se puede complementar con otras terapias como técnicas ayurvédicas, medicina sintergética, reiki y terapia de vidas pasadas.
  • Armonización de viviendas y negocios: Localización de ondas telúricas nocivas, medición de posibles malas energías en el lugar, etc.

Un estudio radiestésico permite resolver en forma económica, rápida y segura, muchos de los problemas que pueden estar afectando nuestra salud y nuestra tan preciada armonía.

por Arq. Adriana Larco

RADIACIONES NOCIVAS PARA NUESTRA SALUD

¿Vivimos en un entorno sano? ¿Cómo dormimos?

Las radiaciones terrestres se originan por vetas de agua y por el campo magnético que, en forma de franjas, tiene la Tierra.
Tendríamos que cuidar los lugares donde permanecemos en forma prolongada (por ejemplo donde dormimos y donde trabajamos), ya que podríamos ser sensibles a estas radiaciones, las cuales también influyen sobre los animales y vegetales. Si bien el gran merecimiento le cabe al Dr. Hartmann, estos conocimientos fueron utilizados por pueblos antiguos como los romanos y por los sacerdotes polinesios y los jesuitas, y aplicados en la mayoría de las grandes catedrales góticas medievales de Europa.

Los edificios deberían satisfacer nuestras necesidades físicas, vitales y espirituales. Sus materiales, color, aroma y servicios deberían interactuar armoniosamente con nosotros y el entorno; usar el color (Cromática) y la luz conscientemente para favorecer nuestra salud. O sea, una concepción integral de la relación entre las personas y sus edificios, combinada con métodos científicos. Actualmente nos podríamos encontrar frente a problemas derivados de las distintas técnicas utilizadas para mejorar nuestras vidas: el síndrome del edificio enfermo, aire y agua contaminados, contaminación sonora en las grandes ciudades, vapores químicos y materiales sintéticos de construcción, campos generados por las redes de suministro eléctrico y los electrodomésticos.
La pregunta es: ¿vivimos en un entorno sano?
La BAUBIOLOGIE (biología de la construcción) ve nuestra salud como dependiente del contacto que tengamos con los niveles energéticos normales del entorno terráqueo. Nace del desencanto ante muchos edificios de posguerra y de una conciencia y preocupación «verde» por la contaminación química derivada de los materiales sintéticos empleados en la construcción.
¿Cuáles son los espacios más importantes para nosotros, dónde pasamos el mayor tiempo de nuestras vidas? Quizás usted coincida con nosotros, éstos espacios son los espacios para dormir y para trabajar.
Dónde y cómo dormimos podría repercutir enormemente en nosotros. Un factor muy importante y poco tenido en cuenta es la influencia de las radiaciones cosmotelúricas para nuestra salud. Estas radiaciones patógenas («radiaciones terrestres») se originan por vetas de agua terrestre y fallas geológicas y por un sistema de franjas de radiación. Existe una preocupación por la exposición prolongada a los campos perjudiciales que emanan del terreno; se cree que este ESTRÉS GEOPÁTICO podría fomentar enfermedades. El dormir sobre estas franjas llevaría al insomnio, ya que las células cerebrales no pueden tranquilizarse e impedirían conciliar el sueño.
El Dr. Curry y el Dr. Ernst Hartmann han sostenido que el electromagnetismo del suelo sale en forma de malla o red y que sus nudos (donde se cruzan dos de estas paredes por donde sale verticalmente la radiación) son las más peligrosas para nuestra salud.
El sistema de franjas de radiación, consideradas como líneas de fuerza del campo magnético terrestre y llamadas «red H» o «red de Hartmann» en honor a su descubridor, está formado por franjas de aproximadamente 23 centímetros de ancho y que cubren toda la Tierra con un reticulado de entre 2,00 y 2,50 y son como paredes invisibles desde la tierra hasta la ionosfera, y su efecto se manifiesta hasta el piso más alto de un edificio, atravesando cualquier tipo de material. Aplicando la Radiestesia (sensibilidad a las radiaciones) detectamos las áreas con energía beneficiosa.

Dormir nos ocupa gran parte de nuestra vida y si el entorno en el que dormimos está alterado, las tensiones diarias serían más penetrantes, nuestro temperamento más irritable y nuestro cuerpo podría ser más vulnerable a la fatiga y enfermedades.
Los lugares «alterados» por energías pueden interrumpir el sueño; los niños son especialmente sensibles e intentan evitar estas energías durmiendo en un extremo o atravesados en una esquina de la cama. Los peores lugares son aquellos donde las redes de Hartmann cruzan una falla o una veta de agua o río subterráneo.
Muchas personas empiezan a sospechar que tienen un problema cuando continuamente duermen mal, y mejoran al no estar en su casa. Una persona hizo una consulta por no poder dormir atribuyéndolo a ruidos molestos provenientes de la calle, ya que su dormitorio daba a una calle muy transitada. Se hizo el cambio de carpintería con termopaneles, lo que disminuyó notablemente los ruidos. A su vez, en la consulta se habló del insomnio y de la alteración nerviosa prolongada que llevó a esta persona a mudarse de dormitorio, solucionando así el problema pero no su manera de vivir. Como quería volver a utilizar la habitación, se procedió a verificar que la ubicación de la cama fuera la correcta, para lo cual se hizo un estudio de radiestesia comprobando la existencia de un cruce de líneas y veta de agua. Por las dimensiones de la habitación fue posible cambiar la cama de lugar; se detectó el área con energía beneficiosa, polarizando hacia lo positivo según coordenadas y se ubicó en ese lugar.
En Argentina tanto como en Alemania hay radiestesistas profesionales que investigan si las camas están situadas en zonas geopáticas. La acción correspondiente sería mover la cama; cuando esto es un problema, se coloca una manta aislante encima del colchón, que también ayuda para la contaminación electromagnética.
Polarizar según coordenadas significa vida, vitalidad y energíamientras que la despolarización trae pérdida de energía y de vitalidad; por eso es bueno detectar las áreas con energías beneficiosas.
Ahora también existe una creciente preocupación internacional respecto de los efectos que tiene sobre la salud dormir en CAMPOS MAGNéTICOS ALTERADOS, especialmente los producidos por los cables de alta tensión, como también los campos alterados por las conducciones domésticas: RADIACIóN ELECTROMAGNéTICA.
El reloj despertador eléctrico, equipos de música, luces colocadas al lado de la cama y los enchufes, son fuentes de radiación. Los resortes de los colchones y sommiers, los radiadores y conducciones de agua pueden imantarse y perturbar el campo magnético natural de la Tierra.
El «electroestrés» no se conoce completamente pero podría dificultar el sueño. Cada vez hay más indicios de que verse expuesto mucho tiempo a un campo electromagnético débil producido por los circuitos y aparatos eléctricos de la casa puede acabar por ser perjudicial ya que podría disparar alergias, alterar nuestro metabolismo y elevar la tensión nerviosa.
Estamos entrando en una era en la que tales preocupaciones formarán cada vez más parte normal de nuestra vida cotidiana.
Los procesos de diseño y construcción de la «arquitectura sanadora» en la remodelación o en una casa nueva, también pueden actuar a modo de terapia. Hoy en día, la geología y la radiestesia se utilizan como paso previo al emprendimiento de cualquier obra, siendo esto obligatorio en algunos países europeos, como Suiza.
Los pequeños cambios que podamos hacer cada uno, multiplicados por millones, marcan una significativa diferencia.

por Arq. Horacio C. Clatro, Arq. Silvia Saiz

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