Desde niño me fascinaban las mariposas. Las capturaba desde gusanos para observar su transformación. Al completar su ciclo de vida, las tenía en mis manos mientras inflaban sus alas para volar.
También pasaba momentos de profunda tristeza cuando recordaba cosas de mi vida pasada. Una vez, cuando mis padres me llevaron a la iglesia me quedé muy descontento cuando me dijeron que la reencarnación no existía.
Mas al tener 24 años me enamoré de una muchacha vegetariana, practicante de yoga. Linda y sencilla. Me indujo a dejar la venta de drogas y seguir su ejemplo para casarme con ella. Pero el día antes de nuestro matrimonio, ella murió en un accidente de tránsito. Yo también quería seguirla. Desde ese tiempo, he pasado por muchos cambios en el amor. Pero nunca he dejado de creer en las almas-gemelas… soul mates.
En conversaciones con uno de los Maestros de la GFU, me di cuenta de que el ser humano es como una mariposa. Dijo el Maestro Marchelli, «El hombre es una pregunta, cuyo destino es regresar a su creador como respuesta.»
También los Essenios decían, «La vida es una escuela, el amor es la lección». Siempre me ha fascinado la idea de la existencia de los ángeles; de dónde provienen?
La tragedia de la pérdida de mi primera novia me llevó a escribir algo sobre ella…que poco a poco se fue transformando en un libro. Pero a la mitad del libro me quedé entorpecido. Sentí que tenía que ir a las montañas para hacer un ayuno y una profunda meditación.
Al tercer día, tuve la visión de un ángel en un sueño despierto.
A partir de ese momento supe algo… los ángeles sí existen. Son altos servidores de Dios.
De todo esto trata mi libro. Lamento que solo esté disponible en Inglés, pero espero algún día, si Dios quiere, traducirlo al Español. Allí están las enseñanzas de los Maestros y quizás, si mi libro tiene éxito, la GFU será mejor conocida aquí en este país.
Y para llegar al estado de ángel, hay que entrar en un estado de amor tan profundo, como es la verdadera boda celestial. Una unión cósmica de dos seres que dejan atrás lo material.
Por eso me gustó tanto la película «Titanic». El muchacho sacrifica su vida por su amor. La muchacha, ya vieja, ha guardado la joya más preciada del mundo, para luego entregársela a la memoria de su gran amor.
Por lo tanto, sigo buscando la mujer que comparta mis ideales. Mi compañera y amiga, a la cual daré todo lo material que yo tengo para entregarlo a lo más profundo de su Océano.
Espacio de Publicidad
