Vampirismo energético

Mabel Iam

Argentina, Terapeuta, profesora de astrología, meditación y técnicas metafísicas.

Profesora en técnicas de invocación y sanación con los ángeles.

Escritora de distintos géneros y productora de tv.

¿Qué es un vampiro?

El vampiro es un arquetipo que tiene que ver con la proyección interna de las negaciones e inhibiciones, especialmente de todo lo que se teme y reprime de sí mismo; de toda esa parte instintiva de uno mismo, y al negarla, reprimirla ó inhibirla, se vuelve como algo negro, como una sombra, pero es básicamente como una sombra proyectada muy profundamente en el inconsciente.
Siempre digo que el vampiro es como la parte negra del Yang, porque es lo más consciente del inconsciente, lo primero que sale y lo último que se reprime.

¿Entonces todos somos vampiros?

Es como cuando cierras la puerta de un placard mal acomodado, cuando alguien la abre, lo primero que se cae es lo último que has puesto. Y es lo que no quieres que se vea; entonces cuando apenas abres la puerta es lo primero que cae.
En la mente humana sucede lo mismo, aquello que negamos tratamos de guardarlo rápido para que nadie vea ese aspecto que tememos. Pero el caos se va acumulando hasta llegar a un desorden total. En esa parte oscura es donde va creciendo todo lo negativo de nosotros mismos simplemente porque no le queremos dar luz.
No es que todos somos vampiros; todos tenemos un vampiro interno. La diferencia entre el vampiro y el diablo es que este último es una proyección de todas las sombras colectivas, y el vampiro es una «introyección» (proyección hacia adentro) de todas las sombras colectivas. Es esa parte oscura que nos autodestruye, nos limita, siempre nos está pidiendo más. Es voraz. ¿Por qué? Porque no queremos contactarnos con esa parte negra y se va alimentando de nuestros miedos.
La llamo «vampiro» porque es el único animal de la naturaleza que toma la energía y no da nada a cambio. Todos los seres de todos los reinos tienen hacen un servicio ecológico a la vida pero el vampiro solo intoxica y devora.

¿Cuál es el origen del nombre vampiro?

Tiene varios orígenes, no te podría decir que tiene una sola etimología. ¿Por qué se le llama vampiro? Tiene que ver con que es un animal concreto; llegan a haber algunos que son grandes como monos, que se la pasan todo el día durmiendo y a la vez acoplándose entre ellos. Lo único que hacen es eso: duermen y viven copulando, y luego salen para tomar la sangre de los animales o humanos que encuentren; pero tienen la rabia como enfermedad, entonces además de tomar sangre, intoxican.
De ahí nació la palabra «vampiro» que se le dice a toda persona política o líder que «vampirizó» políticamente hablando a distintos pueblos.
El vampiro, como todo lo que hay en la naturaleza es energía. Nosotros somos el conjunto de los reinos mineral, vegetal, animal, humano y divino; el vampiro, de alguna manera, está en todos los niveles de esas energías, y como toda energía tiene la parte totalmente destructiva del aspecto del ser humano. La energía crea, conserva y se transforma; el vampiro también se transforma, pero puede convertirse en una bomba atómica dentro nuestro o en un ángel si iluminamos la zona donde se oculta.
Como dijo Jung, el hombre es el único ser viviente que pudo haber inventado la bomba, porque en la psiquis del mismo hay tanto de negativo que solamente él pudo haberla inventado. Ningún animal de la naturaleza pudo haber inventado semejante crueldad.
Los animales comen y se reciclan por necesidad; los seres humanos, no. Carl Jung, también comenta que para ir por el camino de la iluminación debemos atravesar nuestras sombras.

Si todos tenemos esta energía (el vampiro interno); ¿Hay que dejarla salir? ¿Qué tenemos que hacer para eso?

Hay que hacerla consciente porque es básicamente el enemigo íntimo que tenemos todos. Por ejemplo: el vampiro, como toda energía, se divide en tres: físico, mental y emocional; pero los tres se interelacionan.
El físico es la persona que te roba la energía directamente. Se podría decir que hasta un delincuente, su personalidad, está identificado con su vampiro interno; un adicto a la comida; jugador compulsivo porque juega por la adicción de tener más dinero, una persona que te pide dinero y no te lo devuelve, aunque en este caso el prestamista también es un vampiro; pero del otro lado, porque presta por el interés de reproducir más dinero.
Es una compulsión, porque es una adicción física cuando es adicción a la comida, a la droga, al dinero, etc.; son esas personas que toman pero están sufriendo su propio vampiro. La persona que es un delincuente, que formó la sociedad; es muy fácil decir «sí, la pena de muerte a los delincuentes»; pero ¿quién construyo a ese ser para que se identifique con el enemigo del pueblo y que a su vez es su propio enemigo? La propia sociedad. Entonces,el vampiro está creado también por las sombras y las proyecciones colectivas que después se van a introyectar y a su vez volver a proyectar en un delincuente o en grupo de personas.

Está hablando en el orden de las compulsiones…

Por eso digo que el vampiro es como un ser humano y es una realidad; y el diablo se podría decir que es el conjunto de creencias desde que se creó el mundo. Es la representación del mal separada del bien, como si alguien pudiese determinar el limite. En ese reino colectivo está instalado el diablo.
Pero el vampiro está más alla de la moral entre el bien y el mal, porque de eso no se habla y menos se comprende.

¿No son la misma energía?

No. El diablo es la proyección de la maldad de todo el mundo; y el vampiro es… Hitler fue un vampiro, y Napoleón también, porque hicieron toda una carrera casi idéntica. Parece una reencarnación. No creo mucho en la reencarnación, creo en los arquetipos y en los ejemplos arquetípicos. Por eso, Jung decía justamente que para ir por le camino de la luz, si no pasas por las sombras y la oscuridad, o sea, que el que quiera ser iluminado va a tener que pasar por todo lo sombrío, oscuro, renegado y negado del si mismo, todo ser humano debe recorrer ese camino.
Posiblemente seria la mejor forma de evitar la guerra, que es el conflicto humano permanentemente proyectado. Quizás tenemos revelar nuestros negativos como fotos que no conocemos pero podemos ver sin que nos provoque temor.
Porque el vampiro se esconde en general detrás de una máscara. Un ejemplo muy concreto es «El retrato de Dorian Gray«: cómo él vivía una doble vida y necesitaba por la noche alimentarse de toda esa transgresión que de día era toda una hipocresía, hasta llegar a que su alma sea el monstruo que tenía escondido en el sótano. El vampiro siempre actúa de esa manera; siempre usa máscaras.
El sótano simboliza el inconsciente y lo que el deseaba ver, su retrato, su alma, su psiquis, su parte vampiro.

¿Es algo que se puede controlar?

El vampiro llega a ser una enfermedad porque siempre pide, necesita y quiere más; y es un agujero negro que nunca termina de satisfacerse y no da nada a cambio, porque por ejemplo: uno de día, cuando tiene hambre, come y se siente satisfecho; pero si come porque se quiere proteger hasta llegar a ser gordo, eso ya no es comer; es un vampirismo.
El drogadicto, ¿a quién quiere drogar? ¿A él mismo? No, quiere drogar a esa parte que le dice «no servís para nada, tú eres un estúpido, etc.», entonces quiere sentirse omnipotente, sentirse bien. El suicida, ¿a quién quiere matar? ¿Quiere matarse a él? No. Quiere destruir al ser que lo destruye y le pide que se mate.

Está hablando de situaciones bien gráficas…

…porque son las situaciones donde el vampiro ya ocupa la personalidad. Estamos hablando de vampirismo físico.

¿Cómo funcionan el vampirismo emocional y mental?

El vampiro emocional: es la persona que puedes ver tranquilamente en las amistades y en las relaciones de pareja. En este caso es aquella que siempre cuenta sus problemas, tira sus conflictos, pide, pregunta cuestiona; y cuando tratas de intercambiar tus propios problemas, no te escucha.
Siempre está en posición de víctima, siempre todo le pasa a ella. No escucha al otro; siempre está pidiendo, reclamando, demandando. Hay personas que crean, educan y generan a que se vuelvan vampiros en las relaciones por eso existe el vampirizado y el vampiro.
Por ejemplo: las personas que son adictas a las personas, eso es un vampirismo; pero es más vampira la persona, la que quiere controlar a los otros y dice que todo el mundo depende de ella; (son como esas madres que quieren controlar todo, que quieren hacer todo perfecto), pero llega un momento que en realidad son adictas a sus hijos, su marido, a todos los que lo rodean. Y eso se le vuelve en contra, porque las personas no quieren que las controlen, dar explicaciones.
Las mujeres y los hombres que aman demasiado son vampiros, porque no pueden vivir sin ese control permanente que hacen sobre las personas.
En ese caso el vampiro es proyectado.
Después están los vampiros mentales, que hoy en día es subliminal en todos los medios de consumo, o sea que la sociedad de consumo está creada en base al vampirismo mental. Por empezar, actúa por sugestión; y para ello podemos remitirnos a la maravillosa obra de Bram Stoker. Yo me puse a investigar su vida. De alguna manera es vampirizado con «Drácula«: lo vendió la mujer en lo que serían 60 dólares de hoy en día y se viene representando desde hace ya cien años. Eso fue en 1897, y publiqué mi libro en 1997, porque es, sin decirlo, donde salen todos los monstruos de toda la sociedad.
El hombre siempre se redime a fin de siglo con distintas cosas, dependiendo del siglo y de la temática del siglo. ¿Cuál fue la temática del siglo XX? El sexo. ¿Cómo se redimió el ser humano? A través del SIDA que siempre existió; básicamente es el síndrome donde una persona no tiene defensas y se enferma de cualquier cosa. Los virus están apenas respiras a la mañana, pero te enfermas o te toma el virus, cuando tienes bajas las defensas; y esa baja, ¿quién la provoca? ¿quién le sacó las defensas a un ser humano? Su vampiro interior. Entonces se redime a través del SIDA como diciendo «nos liberamos, pero nos enfermamos de lo mismo que nos liberamos». Sin embargo, no sé hasta qué punto el sexo está tan relacionado con el SIDA, pero así se lo asoció y así quedó.
Eso por un lado, a nivel colectivo. En el ámbito mental, concretamente, son personas que sugestionan todo el tiempo a la gente, y la sugestión es neurolingüística. Si una persona estudia neurolingüística, puede hacerlo para curar, hipnotizar o para «psicopatear». Digamos que los psicópatas son lo más parecido a lo que yo llamo vampiros, son personas como… en «El Principito», cuando llega al asteroide y se encuentra con el vampiro más concreto y más simpático que se pueda encontrar: el rey; que quiere dominar la voluntad diciendo «está bien, yo te dejo«; él pestañeaba y el otro le decía «yo te doy permiso para que pestañees«, etc.; de esas personas a las que les dices «voy a apagar la luz» y te dicen «bueno, apágala«; tú dices «voy a peinarme» y ellos responden «bueno, ve a peinarte«.
Llega un momento en que sabes si es tu propia voluntad o es la voluntad del otro que te está ordenando que lo hagas; y esto es algo tan común en la gente que es casi inconsciente. Digamos que en el caso del rey es el colmo cuando el Principito le dice «dame permiso para irme» y el rey lo piensa y dice «bueno: te nombro embajador de mi planeta«, como si continuará representándolo fuera del planeta y él contiinúa ordenándole fuera del mismo.
Este sistema de «orden subliminal» está en todo, porque el ser humano es vampiro por excelencia, no es ángel por excelencia; entonces si no pasa por su vampiro no puede hablar ni hallar el ángel.

¿Qué sería pasar por el vampiro interno?

Verlo cómo es; cómo es un enemigo interno, colocarlo enfrente. Ver la foto negativa revelada aunque sea un mounstro como el retrato de Dorian Gray. Aceptarlo perdonarlo y ver el origen como se creó. En el libro «El vampirismo» doy ejercicios para todos los niveles, y desarrollo todo el tema de las enfermedades generadas por el vampirismo, con preguntas que las personas se tienen que hacer como autotest cotidianos claros y sencillos.
Porque por otro lado, nosotros tenemos arquetipos opuestos al del vampiro: el héroe interno, el «bailarín» que baila con la vida y se va desarrollando, pero todos esos son arquetipos positivos, pero si no pasamos por el vampiro, este siempre se va a ocultar atrás de eso.

¿Es decir que lo primero sería reconocernos?

Lo primero es reconocer cuál es tu enemigo íntimo, que está permanentemente llevándote a la muerte; es más, ahora hay teorías sobre la inmortalidad.
La teoría es que el ser humano en realidad muere, envejece, y hace un montón de cosas porque es una programación condicionada, y yo diría que por el vampiro.
¿Quién dijo que uno tiene que morir a los 90 años, a los 100 ó a los 120? ¿Quién dijo que una persona tiene que envejecer? ¿Por qué se cree que hay comunidades que han vivido más de doscientos años?
El ser humano, en la medida que se aleja de la naturaleza, va generando su propio vampiro.
Hay una película que para mí es el otro extremo, «Instinto», donde el protagonista se identifica tanto con los gorilas, que al final se va a vivir con ellos. él habla del conquistado y el conquistador; o sea que el hombre, como conquistador-vampiro, fue conquistando la naturaleza y se olvidó de sí mismo, del reino animal, vegetal y mineral que es él mismo. El ser humano se olvido de ser.

Identificar al vampiro interno; ¿ése es el aprendizaje que tenemos que hacer?

Es un aprendizaje, pero como el mago, el alquimista, o cualquier persona consciente, tiene que saber que el vampiro no se muere; sigue viviendo mientras uno viva.

¿Y está tranquilo…?

No sé si puedes tenerlo tranquilo, lo único que sí puedes hacer primero es quitarte la careta y encontrarlo. Creo que las enfermedades no enferman; nos enfermamos por los vínculos que tenemos (emocionales, básicamente); y el primero por el que nos enfermamos es el que tenemos con nosotros mismos.
Porque decir que la culpa la tienen el padre y la madre, a determinada edad ya no funciona; es porque no quisimos mirarnos en nuestro espejo interno y encontrar todas las sombras que nos rodean y los fantasmas oscuros y los enemigos internos que tenemos.
¿Por qué vemos a personas que llegan a un ciclo, se desarrollan al máximo posible y después caen? Todas las civilizaciones antiguas se desarrollaron al máximo y cayeron; no evolucionaron. ¿Por qué? ¿Por qué son ángeles caídos? ¿El ser humano es un ángel caído? No; porque hay un grado de ambición, de necesidad, de voracidad, que lo lleva hasta donde el vampiro lo programa, y después caen. No puede caer nunca un ser humano; siempre tiene que evolucionar. Hasta llegar a su naturaleza divina

¿Qué cae entonces?

Cae el ego vampiro. Ves que se destruye. Voy a dar el ejemplo de Napoleón y Hitler: los dos empezaron como soldado raso y los dos para liberar a su pueblo. Napoleón es un ejemplo claro: libertad-igualdad-fraternidad-revolución francesa. Le corta la cabeza a los reyes, y qué termina siendo?: emperador de casi toda Europa, con toda su familia incluida. ¿De qué libertad está hablando si termina siendo emperador?
Otro ejemplo puede ser Enrique VIII, que fue un vampiro de mujeres; ya enfermo y viejo, seguía infectando y matando mujeres porque las tomaba y se aburría.
En mi libro pongo a Catalina II de Rusia como vampiro de hombres aunque dijeron que fue buena reina, pero lo primero que hizo cuando la nombraron, reina, fue mandar a matar a su marido, luego se involucró con toda la tropa, y al que hablaba lo mataba. Podría decirse que la adicción sexual también es un vampirismo; toda adicción es un vampirismo.
Si la persona es consciente, tiene que saber que se levanta y se acuesta con la muerte, porque es parte de la vida, y el vampiro es parte del inconsciente.

¿El vampiro nos acompaña siempre?

Como el héroe, el salvador, el ángel, la justicia, el amor… Amor es lo contrario al vampiro. Cuando una persona siente temor, está de hecho siendo vampirizado.

¿Cómo darnos cuenta si estamos siendo vampirizados?

Hay preguntas que hay que hacerse durante el día. Por ejemplo: ¿Qué cosas necesito que sin ellas moriría?. Así de extremo.
Porque amor significa: a = sin, mor = muerte; entonces, todo lo que provoque muerte, es contrario al amor. El miedo es contrario al amor, la no-entrega es contraria al amor, la negación es contraria al amor.
En general cuando nos decepcionamos de un amor es porque, si yo amo la proyección mental que tengo de una persona, no estoy amando a esa persona, me estoy amando a mí; pero lo estoy haciendo sin siquiera enterarme quién es el otro. Lo voy amoldando a mi sistema mental; entonces después me quejo de que me desilusionó. ¿Quién me desilusionó? ¿A quién amé?
Una persona no puede estar sola, porque cuando lo está se encuentra con su enemigo oscuro. ¿Acaso por qué se puede estar debajo de un cielo estrellado y al lado del mar pero no se puede estar en la propia oscuridad? No se soporta el vértigo que provoca el estar solo, porque aparecen esos impulsos que Freud llamaba «impulso de muerte»: son los impulsos de vampiro.

¿Todos somos vampiros y somos vampirizados?

Es como si le preguntaras a Freud si alguna persona es neurótica, ¿qué te va a contestar? Que todos somos neuróticos. Lo que pasa es que yo investigué sobre este arquetipo. El asunto es ver de qué se trata, porque la enfermedad es un bloqueo de la energía, y lo hace nuestra parte vampira, porque básicamente te quiebra la vitalidad. ése es su objetivo: tomarte y quebrarte.

Antes mencionó que hay que pasar por el vampiro para llegar al ángel…

Es como el carbón y el diamante, aunque en cierto modo no es un buen ejemplo porque el carbón es un mineral que sirve y el vampiro no sirve para nada: destruye. Hay que convertir al vampiro en un transformador hasta que se eleve al ángel.

¿De qué manera?

No hay una receta; es el encuentro de cada persona consigo misma.
Hay un ejercicio muy concreto que doy en mi libro que es el de la máscara.
Hay que tomar un papel, ponerlo en la cara, y no recortarle la parte de los ojos, la boca ni nada; simplemente pensar que es la propia cara. Agarrar distintos colores, y en cada color proyectar un sentimiento, una emoción o un pensamiento propio, cualquiera que sea, y dibujarlo con símbolos sobre ese papel. Cuando terminamos, ponemos ese papel sobre nuestra cara y vamos a entender por qué la gente se asusta de nosotros, así como por qué nos asustamos de nosotros mismos. Nadie quiere ver su parte oscura. Ocurre con los discapacitados, con los desvalidos: la gente los rechaza, porque rechaza su propia parálisis, su propia muerte, su propia miseria, sus propios miedos.
Todas las miserias humanas están relacionadas con el vampiro, porque este siempre quiere dar lástima. Los vampiros suelen ser seductores, magnéticos que es como atraen a la gente.

¿Utiliza el vampiro la manipulación?

Te doy el ejemplo de Jack Nicholson. él dice en broma que odia a las mujeres, pero es verdad, ya que fue vampirizado por todas las mujeres. Fue criado entre mujeres, en una peluquería, por quienes supuestamente eran su hermana y su madre. Mucho tiempo después se entera que quien decía ser su hermana, era en realidad su madre, que lo había tenido a los 14 o 15 años, y que quien decía ser su madre era en realidad su abuela.
Si uno se pone a investigar, se da cuenta en qué medida en cada acto fallido, en cada error, en cada cosa, llega a ser vampirizado.
¿Qué son las tentaciones? El que piensa en términos de tentación, de pecado, tiene un vampiro enorme. ¿Qué promueven todas las religiones? El control, el poder sobre uno, la dependencia total de ellos. ¿Qué promueven todas las jerarquías o los sistemas piramidales? Sostenerse del que está abajo. Es una pirámide el que esta arriba es uno sostenido por miles de abajo. Todo está creado en base a este sistema de poder, y este poder es contrario al amor.

¿Tiene dimensiones el vampiro? ¿Podemos tener un vampiro más chico, más grande? ¿Cómo se lo identifica?

En la enfermedad. Si hablamos de un psicópata, por ejemplo, es un vampiro mental. Las relaciones que no son armoniosas, enferman, porque si uno está en armonía con la naturaleza y quienes lo rodean, no se enferma.
Yo diría que la educación es vampira. ¿Por qué no toman a los chicos, exploran su interior, se lo acepta y luego se lo guía para realizar todas las probabilidades y potencialidades? La enseñanza se basa en adoctrinar, no en educar. Educar ver qué tipo de diamante tienes delante para convertirlo en un diamante más luminoso.

Hay personas dedican parte de su tiempo a dar algo a su sociedad. ¿Cómo las calificaría si lo normal es tener un vampiro?

Esa persona es más que normal. Pero yo no digo que lo normal sea tener un vampiro; yo digo que todos tenemos uno, pero lo normal o lo lógico es que todos tengamos luz y sombra. Yo digo que la mayoría de los seres humanos nos identificamos con la sombra. ¿Por qué si uno tiene un pensamiento negativo hacia alguien, ese pensamiento se recrea tan fácilmente?
Cuando reconocemos al vampiro interno, podemos dedicarnos a ayudar a otras personas y hacer un servicio hacia otro. Lo que provoca el dolor y el sufrimiento es el vampiro, esa parte oscura y negra de nosotros. Puedes llamarlo vampiro, locura, sombras o como quieras.

¿Y cómo calificaría a estas personas que ofrecen servicio?

Depende de la persona. Veo gente que se dedica al servicio y que hacen cosas que aparentemente son sanas en forma compulsiva. Desconfío tanto del bueno como del malo, aunque del malo desconfío menos, porque de alguna forma está identificado con esa maldad.
Diría que toda persona que sea adicta a las personas o a algo, que chequee su vampiro. Hay un ejercicio: ponte frente a un espejo y mírate, reconócete y obsérvate; y perdona tu parte vampira. Lo primero que tenemos que hacer es perdonar los miedos, las equivocaciones, la muerte… perdonar, perdonar y perdonar.
La compasión es lo que quema profundamente al vampiro. Aceptar es otra de las palabras mágicas que existe. Aceptar, no penalizar; trabajar con el juez interior que tenemos todos; hasta qué punto nos culpa, hasta qué punto nos declare inocente.
La película «El abogado del diablo» es un interesante ejemplo. Que las personas no se vean directamente como un sol al mediodía; que vean sus sombras y su oscuridad primero, y que a partir de ahí empiecen a verse como un sol al mediodía.
Hay muchos caminos y no quiero dar una receta, porque sino sería una vampira y diría que yo tengo la verdad, el camino, y terminaría pisoteada como todo camino.
Algunos seguirán la dramatización, otros el psicoanálisis, otros la meditación, otros el budismo, pero que vean cuál es la intención detrás de esto.

¿Puede reconocer su vampiro interno?

Sí. Especialmente cuando realizo una acción o tengo un pensamiento, sentimiento o deseo que va en contra del amor hacia mi propia persona, pero que el ángel en general ya me avisa que esa situación, es peligrosa para mí.
Eso es lo más maravilloso seguir transitando el camino del tesoro oculto que nos aguarda en nuestro corazón. Cuando vivimos la experiencia de atravesar la oscuridad y ver que en el fondo siempre esta la luz de la consciencia. La ciencia de conocerte a ti mismo sin prejuicios y con amor.

 

Nota hecha en la República Argentina en Marzo del 2000

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