El gluten es una proteína que forma parte de cuatro cereales: Trigo, Avena, Cebada y Centeno.
El cereal que más gluten contiene es el trigo. Si bien esto es por su propia naturaleza, en la actualidad el grano fue modificado por la mano del hombre. No me estoy refiriendo a un grano transgénico, si no a la hibridación. Dado que el trigo se usa para panificar, se ha creado un grano con mayor contenido de gluten que es lo que permite una mejor panificación. Esto se da aún en los granos orgánicos.
El gluten puro no es en absoluto saludable y las harinas, sobre todo el trigo deben consumirse muy moderadamente.
Hay estudios realizados por médicos que demuestran que el gluten consumido en exceso puede producir: caminar oscilante (cerebella ataxia), debilidad muscular, un desarrollo lento, problemas de aprendizaje, desorden de déficit de atención (ADD), depresión, letargo, dolor de cabeza y migraña.
Es el síndrome de intolerancia al gluten sin necesidad que la persona sea celíaca.
El famoso «seitán», la carne vegetal, es gluten puro. Se sugiere comerlo por su alto valor proteico. Particularmente no lo recomiendo por ser puro gluten. Hay proteínas vegetales de alto valor y que no se empastan en el intestino como el seitán.
En este momento hay una corriente de alimentación, la «comida Raw o cruda» que no incluye cereales, legumbres y ningún tipo de harina.
Esta corriente pregona una alimentación que no pase por el fuego. Todo crudo, o sea lo que se puede comer crudo y nuestro organismo está en condiciones de digerir.
Esta alimentación acepta los granos, por ejemplo las legumbres pero germinadas. Propone comer los germinados y no las legumbres cocidas. Un grano brotado es pura vida. Se produce una transformación de los hidratos de carbono de la legumbre o cereal. Y el germinado se convierte en un alimento muy rico en vitaminas y minerales.
Esta propuesta es muy valiosa. Pero una alimentación crudi-vegana al cien por cien desde mi óptica no es para todas las personas. Me parece super interesante este tipo de alimentación pero no soy absolutista.
Desde mi óptica y experiencia estoy a favor que siempre en la alimentación lo crudo debe predominar sobre lo cocido. Esto es la base de la salud. Una buena alimentación debe tener mínimo un 70% de alimentos crudos y un 30% de cocidos.
La salud se da en un medio levemente alcalino. Para estar sanos nuestra sangre debe ser levemente alcalina. Los alimentos crudos dejan un residuo alcalino y todo lo cocido siempre es ácido.
Hay alimentos más ácidos que otros y también influyen mucho los tiempos de cocción. A mayor tiempo de cocción, mayor grado de acidificación.
En una alimentación donde lo crudo predomina sobre lo cocido, lo crudo equilibra lo cocido. Por ese motivo siempre se debe comenzar el almuerzo y la cena con un buen plato ensalada. Se puede comer primero la ensalada y luego el plato cocido o bien ambos juntos. Pero lo crudo nunca debe faltar.
Si hacemos memoria y vemos las costumbres de las personas, en general hay una tendencia a no comer frutas ni ensalada en el invierno. El frío hace que las personas eviten los alimentos fríos, lo que es un gran error.
Entonces las personas eligen la sopa, y comienzan sus comidas con la sopa bien calentita. Otro gran error.
Pueden comer sopa, pero previamente hay que comer una ensalada.
Después tenemos las opciones de las Sopas Crudas.
Ustedes se preguntarán, ¿cómo puede ser sopa cruda? Se hace sin cocinar las verduras y se calienta a una temperatura de 40 grados aproximadamente. Esto se debe a que a partir de los 40 a 45 grados aproximadamente los alimentos pierden sus enzimas. Éstas se destruyen y eso altera su valor nutricional.
¿Qué son las enzimas?
Son sustancias que ayudan a que se degraden los hidratos de carbono, las grasas y las proteínas, se digieran bien y por consecuencia lleguen a cada una de nuestras células.
Los alimentos tienen cada uno sus propias enzimas. Nosotros tenemos nuestras propias enzimas.
Un alimento vivo combina sus propias enzimas con las nuestras y esto favorece su asimilación, su nutrición y mantiene la alcalinidad de la sangre.
Vuelvo a aclarar que no estoy de acuerdo en no comer nada cocido ni eliminar totalmente la harina. Pero sugiero comer muy moderadamente la harina de trigo y siempre integral. Evitar al máximo la harina blanca. Comer eventualmente si uno va a una reunión o comparte un evento, pero eliminarla de lo cotidiano.
El gluten espesa la sangre, la harina blanca también y muchísimo menos la integral. Si la persona tiene valores altos de triglicéridos la ingesta de harina blanca y gluten no permite bajar los valores. Perjudica el aparato circulatorio al espesar la sangre.
Las harinas refinadas y mucho menos las integrales inflaman la panza y no favorecen el descenso de peso.
A mayor cantidad de frutas y verduras en nuestra alimentación más fácil es conservar el buen peso corporal y favorecer el descenso de peso en quienes lo precisan.
No digo que no coman nunca harina integral. Simplemente sean muy cautos. Sí evitarlas si hay problemas neurológicos. El exceso de harina aumenta las neuropatías. En personas con neuropatías sugiero reducir al máximo su consumo.
El exceso de harinas blancas forma una goma, una pasta a la cual se le adhieren las toxinas. Hay una forma de cocción sumamente sana que es el horno deshidratador.
por Lic. Silvana Ridner