Para el manejo del stress tenemos varias herramientas, entre las que se encuentra la relajación sistemática. Relajando músculo por músculo, en poco tiempo se alcanza un agradable estado de bienestar psico-corporal, que ayuda a encontrar el equilibrio emocional y despierta los procesos de autoregulación del sistema neurovegetativo. Muchas veces, para un cuerpo agotado y contracturado, veinte minutos de relajaciónsistemática descansan más que seis horas de sueño.
El médico norteamericano Herbert Benson, especialista en enfermedades cardiovasculares, ya en los años sesenta pedía la implementación de técnicas de relajación en la vida cotidiana de los occidentales, ante el aumento progresivo de muertes por afecciones cardíacas. Al parecer el organismo humano no se adaptó todavía a los cambios que los adelantos tecnológicos infligen a los ritmos fisiológicos del organismo humano.
Y es evidente que en la relación acción – descanso existe hasta el momento, un desequilibrio en desmedro del descanso, ya que aún en los momentos de ocio buscamos más estímulos sensoriales a través de la radio y la televisión y no el silencio o la música armoniosa, la contemplación de la naturaleza y la reflexión, como sería lo adecuado para garantizar un sueño reparador durante la noche y lucidez mental, capacidad de concentración y una adecuada autoestima durante el día.

Para el aprendizaje de una buena relajación se requiere un cierto orden en los pasos a seguir y ciertas condiciones de ambientación. A partir de allí solo hace falta un poco de perseverancia, para obtener buenos resultados. Esto se facilita al comienzo con el acompañamiento de un entrenador capacitado en técnicas de relajación. Éste podrá asesorar en las dificultades de adaptación que se presentan al comienzo.
La relajación es un estado especial, entre el sueño y la vigilia, al cual no estamos acostumbrados y por eso la tendencia es, pasar directamente al sueño cuando nos colocamos en posición cómoda y dejamos de prestar atención a lo que sucede en nuestro alrededor.
En la relajación sistemática llevamos nuestra atención hacia nuestro propio cuerpo y sus funciones para obtener primeramente una conciencia corporal. Por ejemplo, observamos nuestra postura sobre el lugar de apoyo, que puede ser una colchoneta sobre el piso. Este es un ejercicio que nos señala dónde estamos en este momento y nos ayuda a concentrarnos y es el primer paso para poder relajarnos y el fundamental. Porque en la agitación y en la carrera cotidiana el ser humano se pierde a sí mismo. Luego le seguirán otros pasos, como la observación de la propia respiración, que ayudarán a profundizar la relajación. Pero la importancia de recuperar la conciencia corporal reside en que a través de ella somos capaces de reconocer señales de una posible disfunción o enfermedad. Pero además es a través de la conciencia corporal que tenemos acceso a la fuente principal de un bienestar que depende esencialmente de nosotros mismos y no de factores o condiciones externas. Es un verdadero encuentro con uno mismo, que a su vez es una condición para poder conectarnos con los demás.
La relajación sistemática contribuye así, no solo a un buen descanso con armonización del sistema nervioso, sino a una verdadera integración cuerpo – alma – espíritu.
por Ruth Junker