GRAFOLOGÍA

La lógica diría: grafo=escribología=ciencia, o sea Grafología es la ciencia que nos permite conocernos y conocer a quienes nos rodean por medio de la personal e intransferible manera de escribir, ya que no hay dos grafismos iguales ni en el caso de gemelos.

Si pudiéramos coleccionar esos pequeños garabatos que pasaremos a llamar garabatos no estructurados, suelen garabatearse a partir de los 14 meses de edad. Luego seguiría el garabato estructurado, diríamos cuando el bebé tiene 30 meses y según el siguiente orden tendríamos el dibujo, la letra preescolar, la letra infantil que por supuesto es inorganizada. Suele llamarse así cuando no se tiene habilidad para manejar los útiles de escribir. Luego el grafismo se va organizando alrededor de los 14 años, pero nos encontramos con una controversia: la desorganización de la adolescencia que trae aparejada los conflictos de esta difícil edad y queda reflejado en determinadas letras. Fíjese como vamos ahondando en el conocimiento de esta personalidad y estudiando a través del paso de los años sus distintos grafismos. Vemos la evolución de aquel bebé que empezamos a analizar a los 14 meses.

A pesar que ahora la adolescencia se ha prolongado varios años, tendríamos que pasar al grafismo del adulto, que tendría que ser la llamada letra organizada, sin embargo hay adultos que no logran organizar jamás su grafismo (posición socioeconómica, alejamiento con la escuela, enfermedades entre las que se podrían citar neurológicas o accidentes, traumatismos, etc.). Aquí quedaríamos admirados al saber de la compatibilidad de esta letra organizada con aquellos primeros garabatos de la temprana edad y que un avezado grafólogo podría haber proyectado. Luego suele venir la llamada meseta, donde no hay una determinada edad para fijarla y con el transcurrir de la vida con todas sus vivencias marcadas en el grafismo, entre ellas no sólo alegrías, sino también padecimientos, duelos, los achaques de la vejez y enfermedades, van haciendo que paulatinamente este grafismo tome características similares a la letra inorganizada de la niñez representados por la ausencia de rasgos netos, firmeza, seguridad, cohesión y nos encontraríamos quizá con pérdida de energía marcada por la presión, temblores, brisados, falta de puntuación, donde sorprendido veríamos que ambos polos se asemejan (niñez-vejez) aunque esto no significa que ocurra siempre.
La Grafología científica, entonces, es la ciencia que estudiando a través del tiempo los distintos grafismos de una persona le ofrece la oportunidad de conocer como fue el transcurso de su vida

La Grafología como ciencia incursiona hoy en todas las manifestaciones del mundo cultural y científico. Su efectividad práctica ya ha sido incorporada en las más importantes universidades del mundo, incorporándola a diversas disciplinas tales como la Medicina en diagnóstico precoz, a través del estudio grafopatológico (diagnóstico) y grafoterapia que es la reeducación de la escritura, cambiando signos negativos en positivos. En Derecho con peritajes exhaustivos en anónimos, falsificaciones y otras instancias sobre todo en el estudio de firmas y rúbricas, donde no solamente se manifiesta la personalidad profunda del individuo, sino también nos alerta sobre el suicida auténtico y hasta tendencias criminales. La firma es según Max Pulver la autobiografía abreviada de su autor, por eso es de gran ayuda en todos los casos donde con poco material tenemos que llegar al conocimiento de la personalidad profunda.

Firmas y Rúbricas: Nada puede presentar al individuo en sus cualidades y defectos, en los sentimientos, en su manera de expresarlos, en su carácter y en su temperamento como lo puede hacer una firma. En ella se refleja el Yo más íntimo de la persona, es decir su autor. El nombre por su tamaño, forma, claridad, posición, con respecto a su apellido, si es que lo usa, nos mostrara como se siente él respecto a su familia y es tan rica en los datos que aporta sobre la personalidad que se refleja en ella entre otras tantas cosas al hombre honesto, al estafador, falsificador, tendencias criminales, tendencias homicidas y todo el amplio campo de la salud o la enfermedad con enfermedades ya establecidas o campos propicios para las mismas. Interpretando la firma usted tiene la radiografía cabal del individuo y podrá a través del estudio de la firma saber cómo son las personas que lo rodean. Una firma puede ser un nombre y un apellido, un nombre o un apellido, legibles o totalmente ilegibles, lo que quizás nos daría la idea de un garabato, pero que es de primordial y vital necesidad para el que lo hace, ya que para el que lo interpreta se hace consciente el inconsciente del otro.

En selección de personal, la grafología es uno de los tests proyectivos más usados en el momento, dado que el analizado no puede utilizar en la entrevista respuestas preconcebidas por haber pasado ya por otros estudios porque ni siquiera el mejor grafólogo del mundo puede fingir su fondo aunque cambie la forma. Dicta la experiencia que una forma de invalorable ayuda al empleador es la reubicación del personal que ya tiene trabajando, porque en la grafía se marca las aptitudes y actitudes, cualidades y negatividades del individuo. Lo que hará que no tenga que tomar nuevo personal, sino utilizar sabiamente su personal cautivo.

Un estudio de orientación vocacional puede requerirse a cualquier edad, pero casi siempre a partir de los 16 y 17 años. Esto sería más o menos en la edad de la adolescencia. Adolescencia viene de adolescere (sufrimiento, dolor), si a esta difícil edad le agregamos la duda de qué se quiere ser, cómo hacerlo y con qué cuenta, sumado muchas veces a la inconsciencia familiar que le sugiera ser lo que a su vez no pudo cumplir, la confusión es mayor. En este caso el grafólogo debe investigar sobre las aptitudes, capacidades, cualidades, apetencia, tendencia, disposición y hasta salud con que contará el analizado para llegar a determinada profesión. También es deber del mismo dado la problemática sociocultural y económica de nuestro país aconsejarlo u orientarlo en dos o en tres carreras y no son pocas las veces que es sorprendido el analizado por haber dado luz a zonas que no le posibilitaban conocer su verdadera vocación, por eso es que este estudio es de invaluable valor para saber por qué, con qué, dónde y para qué le servirá el diagnóstico del mismo.

Hasta hace un tiempo se hablaba de incompatibilidad de caracteres. La crisis internacional que golpea también nuestro país ha hecho crecer en forma vertiginosa lo que llamamos incompatibilidad en la familia. ¿Qué es lo que está pasando? El jefe de hogar trabaja cada vez más y en proporción gana lo mismo, el ama de casa con mayor cantidad de dinero puede adquirir cada vez menos cosas. Los hijos, chicos o adolescentes, quizá no alcanzan a comprender hasta dónde llega el problema monetario, más la crisis de la adolescencia hace que una familia otrora armoniosa deje de serlo, discusiones en la pareja que son limitantes hasta del apetito sexual, se acrecienten los problemas de padre hijos-hijos padres, en fin lo que sería también una crisis o colapso familiar. Este curso nuevo, revolucionario por primera vez en nuestro país hará que a través de conocer los temperamentos y los caracteres de sus integrantes sepamos cómo deberán tratarse entre ellos para volver a componer esa situación. Cada ser humano tiene un grafismo distinto, a veces parecido al de sus padres, o grafismo parecido entre hermanos, lo que daría también la posibilidad de un parecer físico o de conducta, pero al no haber dos grafismos iguales, sino parecidos, tampoco puede haber conductas iguales, sino parecidas. La solución está de que uno de los integrantes de ese grupo familiar concurra al curso de incompatibilidad de la familia, así conociendo los distintos grafismos podrá actuar como tutor para conseguir la armonía perdida.

En garabato infantil: Hay distintas maneras de observar un garabato infantil. A uno puede llamarle la atención la forma, a otro el color, a otro la disposición, el tamaño o la presión. El grafólogo sabe que es el lenguaje que utiliza el bebé para transmitirnos sus vivencias, gustos, manera de ser, agresividad, dulzura, temores, pesares, porque lo está transmitiendo desde el dibujo aún sin saber usar el lenguaje verbal, en cambio el grafólogo lo estudia en conjunto. Por eso creo importante para las mamás y papás conocer qué transmite el bebé a través de sus garabatos y en esta sucesión también las maestras, no sólo las jardineras, sino en general, médicos, psicólogos, psicopedagogos, abogados, todo aquel que en distintas situaciones tenga que avenirse a penetrar en la vida de un niño. En este momento en nuestro país se han vislumbrado y resuelto diferentes casos de sufrimientos, abusos y padecimientos de niños y bebés a través del análisis de sus garabatos.

En estos días que estamos viviendo no escapamos al tema de conversación recurrente sobre la aparición de señales que nos afectan los sentidos. Los más comprometidos son la visión, el tacto, el olfato y el oído.
Nuestra mente es un contenedor de emociones que cuando se satura comienza a emitir mensajes que se transforman en síntomas como ser: el sudor frío, hipertensión o hipotensión, palpitaciones, pulso acelerado, falta de aire y su consecuente dificultad para respirar.
Estos cuadros cada vez más agudos se transforman en angustias que llevan a incorporar ideas de las cuales se torna cada vez más difícil escapar, y cuando ese círculo se cierra ya se comienza a padecer la llamada Fobia.
Es muy natural tener miedo, siempre y cuando no comencemos a padecer del «Miedo al Miedo».
La Grafoterapia es uno de los medios que poseemos para descargar todas estas presiones, trabajando en paralelo con la mente y el cuerpo, ya que pensamos, proyectamos y ejecutamos.

Podemos comenzar a bloquear los miedos utilizando la técnica de visualización:
Veamos una amplia playa muy despojada, con un mar de color azul que poco a poco se va tornando color verde esmeralda.
De la misma forma que lo vemos en la mente debemos proyectarlo. Con unas fibras de color azul y verde, vamos trabajando según los modelos patrón de dibujos, trazándolos sobre papel liso, descargando todas las emociones en contención.
Los trazos deben ser siempre ascendentes:

1ro. Color Azul
Olas con vértices angulosos.

2do. Color Verde
Olas con vértices redondeados.

3ro. Color Verde
Combinación de trazos.

Estos trabajos pueden realizarse también con mandalas que desde el círculo interno transforma en ondas que se expanden y nos acercan al exterior para lograr el contacto equilibrado que necesitamos.

Complementando con la toma de un trío de flores reafirmaremos las acciones positivas: el Mímulo trabaja sobre el nivel del miedo diario, y el miedo interno que se lleva en silencio, pero que es el que más pesa; acompañado por Castaño Rojo que actúa sobre la preocupación excesiva por el entorno hará que vuelva a preocuparse por sí mismo; y con Genciana ayudará a levantar el ánimo ante los problemas de la vida cotidiana y a decidir sobre lo incierto.
Reafirmemos las acciones positivas y dejemos de utilizar nuestro cuerpo como si fuese un fósforo encendido que comienza ardiendo desde su cabeza y termina quemando el resto rápidamente.
Trabajemos el conjunto con seguridad y lograremos dominar los pensamientos, veremos desde otro ángulo los problemas, podremos concentrarnos y disfrutaremos de las cosas que nos gustan, recuperaremos el sentido del humor, y lograremos hacer cada día lo que nos proponemos.

Todo es posible…
Sólo tienes que escribirlo…
Nilda E. Ruiz

Todo es según el color…
Usted conoce el dicho: «Todo es según el color del cristal con que se mira». Y es cierto, si tratamos de observar las cosas positivamente, conseguiremos logros jamás imaginados. Cualquier circunstancia, incluso la peor aparentemente, puede ser vista desde una perspectiva positiva. Todo esto exige aprendizaje; pero un pequeño esfuerzo diario nos dará una real recompensa. Todo consiste en tomar la decisión de cambiar el color. Los colores ejercen una directa acción sobre nosotros y forman parte significativa de nuestro mundo. Podríamos decir que así sucede porque el color está unido de modo directo a estados psíquicos y a respuestas definidas de conducta. Los colores, en sí mismos, son efectos delicados y sutiles factores físicos y fisiológicos, en los que podemos notar tres modalidades diversas:

Tono (o calidad)

Saturación (o cantidad)

 Claridad (o luz)

El sentido que toman en nuestra existencia puede unirse a recuerdos, a representaciones (señales, como las luces de los semáforos que producen automáticamente respuestas de acción o inhibición), a operaciones de cosas u objetos, a valorizaciones estéticas, a conductas dadas, como cuando intuimos el carácter simbólico de un color.

Hoy se sabe que la incidencia del color sobre el hombre es tal que incluye en su comportamiento. Es por ello que, para determinados lugares (nurserys, salas de parto, quirófanos, colegios, etc.) se decidió usar colores claros, así como en las aulas, reemplazar el clásico pizarrón negro por el verde, y las tizas, en su mayoría blancas, por otras de variados colores. Al romperse la monotonía del negro-blanco, se consigue despertar nuevos estímulos causados por la nueva coloración. Así, se reconoce que esta sabia disposición de colorear con tonos suaves, pasteles, claros, los lugares de trabajo (industrias, fábricas, comercios) mejora el rendimiento el rendimiento laboral: más productividad en menos horas, menor cansancio. Lo mismo ocurre, ya que es equivalente a lo anterior, en los ambientes creados para fines de recuperación de salud: sanatorios, hospitales, centros geriátricos, etc. Igualmente puede reconocerse el influjo color-hombre en salas de recreación, restaurantes, etc.

Por su temperatura, los colores se dividen en cálidos y fríos. En esta clasificación se alude a estados emocionales y resonancias en la personalidad.
Frío, por ejemplo, se une a la falta de comunicación, al encierro, lo encerrado en sí mismo, a lo unipersonal. Cálido, por el contrario, se asocia a lo abierto expansivo, a la comunicación, al predominio de lo emocional. Por lo tanto, hay que tener en cuenta que: un lugar de colores «fríos» nos da sensación de sobrecogimiento, como si nos envolviéramos en nosotros mismos para taparnos o abrigarnos. En cambio, hágase a la idea de un ambiente de colores «cálidos», ya sentirá que allí se invita al diálogo, y que hay mayor irradiación de energías.
De todo ser vivo (humano, animal, vegetal) y de todo objeto inanimado, emanan vibraciones «rayos de colores». Del hombre emergen muchos y variados, todos distintos, pero siempre hay un rayo (el llamado principal) que constituye la combinación determinada que individualiza al ser y representa su color individual.
Se sabe que los colores ejercen sobre nuestro organismo efectos determinados, tanto en lo físico como en lo psíquico. Estos efectos cambian de una persona a otra. Para que quede claro: la acción de los colores no es igual para todas las personas; un color determinado actuará favorablemente para alguien, mientras que para otro individuo será nefasto. Atañe a una cuestión de constitución, de temperamento, de estado patológico. Los colores actúan directa o indirectamente sobre el organismo humano.
De la combinación de los colores surge otro color. Negro y blanco: gris – Rojo y verde: marrón – Azul y anaranjado: gris – Violeta y amarillo: gris – Amarillo y rojo: naranja – Rojo y azul: violeta.

Marrón claro: conduce a la torpeza. Provoca somnolencia. Pueden neutralizarse estos efectos nocivos con el rojo.

Tonos cálidos: rojo – naranja – amarillo. Estimulan a los deprimidos.
Tonos fríos: verde – azul – violeta. Calman los nervios. El color gris claro se considera neutro.

¿Para qué se escribe sino para tratar de comunicar algo a los demás?

Con más o menos reticencias, en la forma y en el espacio, queremos comunicar, queremos decir: «Yo existo, tu existes, y lo que te voy a decir es pura realidad». Como la palabra, la escritura es uno de los actos mayores de la comunicación. Escritura y palabra son, una y otra, peligrosas, y la sabiduría humana no ha cesado de prevenirnos contra dicho peligro, desde los más remotos tiempos. Un grafólogo responde, «La escritura de cada uno de nosotros es ante todo una voluntad a menudo inconsciente de atemperar, de disimular, de acomodar lo que se quiso decir y que el calor imaginativo (Ay! Me he mordido la lengua) ha traicionado. El hombre ha inventado la escritura para esconder mejor su palabra.

Es de esta voluntad disimuladora de la que se sirve la grafología. Una aproximación, entre otras, que nos permitiría creer, tomando como referencia unos datos probatorios, que se puede sospechar, indagar, acorralar, juzgar, condenar, absolver este «reincidente de la justicia divina» que es el hombre, este eterno fugitivo, que se pregunta desesperadamente, después de haber intentado esconderlo miles de veces «Quién soy?».

por Simon Durville
del libro «Quién soy yo quien eres tú»

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